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Exterogestación

Exterogestación

9 meses dentro, 9 meses fuera

Se entiende por exterogestación o gestación extrauterina, los segundos 9 meses después del parto, tras los cuales el bebé todavía sigue siendo un ser indefenso que todavía no se vale por sí mismo y que necesita que todavía le proporcionen cuidados básicos como alimento y contacto físico permanente.

Por lo tanto, el nacimiento no es una separación entre la madre y el bebé, sino una continuación de esa dependencia, pero fuera del útero.

El bebé necesitará cuidados y además sentir la protección de su madre para una correcta adaptación.

Exterogestación

En este periodo, el bebé comienza a adaptarse a la vida, ya que todavía es incapaz de sobrevivir por sí mismo. Su forma de comunicarse es con el llanto y no puede desplazarse él solo.

Por consiguiente, se podría decir que todos los bebés nacen “prematuros”, necesitando un proceso madurativo y de adaptación a su nuevo medio durante 9 meses.

La gestación continúa fuera del útero

A lo largo de la evolución, el embarazo ha ido reduciendo poco a poco su duración. El hecho de que el cerebro se haya hecho más grande y que la pelvis de la mujer se haya estrechado debido a la bipedestación (caminar erguidos sobre las dos piernas), ha provocado que nazcamos antes y por tanto más indefensos e inmaduros.

Por ello, el bebé necesitará cuidados y además sentir la protección de su madre para una correcta adaptación.

Es por ello que recomendamos que durante este período se realice el piel con piel, donde las caricias y el contacto van a ser relevantes para que vaya afianzándose su desarrollo.

Este contacto, hará que sienta el calor y confort de sus padres.

Además, todo esto favorece también el desarrollo del porteo y/o el colecho como comentamos en la entrada de blog que trataba sobre la crianza de apego.

Exterogestación

La maduración del bebé

Pasados los 9 meses la exterogestación se da por concluida pero los niños siguen necesitando los cuidados de sus progenitores para conseguir la suficiente independencia.

Justo tras esos meses el bebé comenzará a gatear y a interactuar con el entorno, cogiendo confianza y siguiendo su desarrollo, pero siempre con sus padres cerca.

Las vivencias experimentadas en los primeros años de vida serán clave para el desarrollo emocional, intelectual y psicológico.