Te contamos cómo llevar esta transición de la manera más cómoda para tu peque
¿Tu pequeño ya se ha hecho mayor? Crecen taaaaan rápido, que cuando te quieres dar cuenta la cuna se le ha quedado pequeña o, en el caos de practicar el colecho, ya ocupa media cama. También el momento puedes decidirlo tú, pero primero pregúntate por qué quieres hacer ese cambio y si tu hijo o hija está preparado para ello.
Preparación previa al cambio
La recomendación más oída es que no se produzca durante una época de cambios como pueden ser una mudanza, retirar el pañal o la llegada de un nuevo hermanito. Por ello, necesitan encontrarse en un momento tranquilo y cómodo cuando comencemos a hablar con ellos sobre esta nueva etapa.
Antes de realizar el cambio, es muy importante hacerle partícipe de forma positiva y divertida convirtiéndole en el protagonista. Por lo tanto, él mismo será el encargado de elegir las sábanas, su colcha, la almohada y los peluches, sus próximos compañeros de habitación.
En segundo lugar, sabemos que durante los primeros años de la vida de nuestros peques, su forma de aprendizaje es mediante el juego. Por esto mismo, utiliza los nuevos peluches y dile que los lleve a dormirles a su cama de juguete. También puedes crear una rutina para los muñequitos junto a tu pequeño como cantar una nana, contarles cuentos y ponerles el pijamita. De esta forma, aprenderán que es algo divertido.
Y, por último, pero no menos importante, comunicaros siempre con él. Recordarle que, aunque durmáis en diferentes estancias, vas a estar siempre a su lado.
Mantén la rutina antes de dormir
Muchas de nuestras familias comienzan de forma paulatina, comenzando con el momento de la siesta. De este modo se irá adaptando poco a poco a su nuevo entorno, a la cama, el colchón, etc. Refuerza esta conducta mediante el apoyo y olvídate de reproches, dándole seguridad en sí mismo.
El cambio de la cuna a la cama debe alterar lo mínimo posible su rutina para que se sienta cómodo y con confianza. Incluso puedes añadir algún ritual más en la nueva etapa ayudándole a implicarse e ilusionarse.
Primero un baño relajante, más tarde la cena, lavarse los dientes y… ¡a la cama! En la cama crea un entorno relajante y seguro, junto a sus peluches podéis leer unos cuentos o escuchar música. Además, es muy importante que en este momento os comuniquéis, colocándote a su altura para que se sienta arropado. Si llora sólo tienes que consolarle y si siente miedo intenta calmarle y, una vez que se sienta protegido, puedes dejarle durmiendo.
¿Qué hacer si llora o si se despierta? Acudir SIEMPRE. No enciendas la luz, acércate mientras le vas calmando. Sólo con tu presencia él comenzará a sentirse seguro. También, en muchas ocasiones no están despiertos y sollozan por la incertidumbre ante la nueva etapa.
Elección de la cama
Algunas familias comienzan adaptando la cuna como primer paso, retirando un lateral de la cuna y poniendo pequeñas barreras como cojines, almohadas sintiéndose seguros y arropados de tal forma que les ayuda a conciliar mejor el sueño. Así, comienzan a ser conscientes del espacio físico además de sentirse arropados
Pero, también existe la opción del mobiliario Montessori donde las camas son bajas permitiendo a tu pequeño tener la autonomía desde que comience a dormir en la cama. Como consecuencia, tu pequeño podrá subir y bajar de la cama sin riesgo de golpes y caídas, permitiendo que explore de forma independiente.
Muchos padres optan por el mobiliario convertible donde la cuna puede transformarse en una cama infantil e, incluso, un dormitorio juvenil. En Nenelandia tenemos un amplio catálogo de mobiliario de bebé, infantil y juvenil que se adapta a los diferentes espacios y a las necesidades de cada familia. Ven a visitarnos a nuestra tienda para ver todas las exposiciones y recibir atención personalizada con diseño en 3D de la futura habitación de tu pequeño.
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