¿Llegó el momento de olvidarse del pañal? Te ayudamos en este proceso
¿Llegó el momento? Sabemos que puede abrumarte este gran cambio, pero imagínate lo que supone para tu pequeño. Por lo tanto, es importante saber cuál es el momento más indicado para comenzar a retirar el pañal. Como sabemos, cada peque tiene su propio ritmo y tienes que respetarlo.
¿Cuál es el mejor momento?
Existen diversas señales que pueden indicarnos que es el momento de olvidarse del pañal.
En primer lugar, tenemos el equilibrio y la coordinación. Si es capaz de, por ejemplo, caminar correctamente o saltar con los dos pies, está preparado para controlar de forma voluntaria los esfínteres. Esto es debido a que los músculos que intervienen en estas actividades son los encargados de que se encuentre en la etapa perfecta para olvidarse del pañal.
De igual forma, es igual de importante que es capaz de retener la orina. ¿Cómo saberlo? Es capaz de realizar un gran pipí en sustitución a muchos cortitos.
Además, muchos pequeños se encuentran molestos con el pañal y tienden a quitárselo porque no les gusta estar mojados o haberse hecho caca. Si observamos que no es consciente cuando se hace pis es indicador que no está preparado.
Igualmente, en algunas ocasiones nos indican que tienen ganas de ir al baño y, puede ocurrir, que no sepan expresar si necesitan “pipí” o “popó”. Esto pasa a ser secundario ya que más adelante irá adquiriendo los diferentes términos, lo importante es que nos indiquen que necesitan ir al baño o al orinal.
Aunque manifieste sus ganas de hacer pipí o caca pero no sabe qué hacer o a dónde dirigirse significa claramente que no está preparado. Sin embargo, si se dirige al baño o al orinal y hace el intento de bajarse la ropa… ¡din, din, din! Premio. Nuestro pequeño está preparado.
Si él está dispuesto a dar ese paso porque él mismo considera que “ya es mayor” y se siente orgulloso de sus logros sólo tendremos que acompañarle con paciencia y calma en este transcurso. Si celebramos cada vez que lo consiga, ayudaremos a favorecer su autoestima. Pero, si tiene algún escape tendremos que ayudarle con calma y todo el cariño del mundo explicándole que seguro que pronto lo consigue, sin meterle presión.
Primeros pasos para despedirse del pañal
Antes de comenzar con esta nueva etapa hay que decidir si se va a usar el orinal o directamente el inodoro para comprar un reductor además de una escalera. ¿Lo más fácil? Pregúntale cuál es la opción que más le gusta y con cual se va a sentir más cómodo. En Nenelandia te ofrecemos ambas opciones y así puedas elegir la que más se adapte a tu peque.
¡Hazle partícipe! Es muy importante que cuando vayas con él a la tienda le expliques para qué sirve el orinal o el reductor. Además, puede elegir el color que más le guste para sentirse parte del proceso desde el primer momento.
Si habéis escogido el orinal, puedes dejarlo en cualquier estancia de la habitación, incluso moverlo donde vayáis a estar y así pueda usarlo en el momento que lo necesite.
Del mismo modo, es recomendable que le permitas acompañarte al baño para que te imite. Puedes comenzar con ello antes de empezar este proceso y así se vaya fomentando la imitación.
Nos hemos despedido del pañal… ¿y ahora qué?
Acompáñale cada cierto tiempo a usar el baño o el orinal, si hace falta cada 15 minutos y así vaya acostumbrándose a su uso. No es imprescindible que haya pipí, lo importante es que aprenda el hábito.
También es importante que esté con ropa cómoda que le resulte fácil de retirar cuando vaya al baño con total autonomía.
Mientras tanto, puedes acompañar con todo tipo de cuentos que ayudan a los más pequeños a comenzar a ir al baño solitos. A continuación puedes encontrar algunos que nos chiflan ?
¿La clave en el éxito de olvidarse del pañal?
Paciencia, muchísima paciencia… ¡Toda la del mundo! ? No hace falta mirar la bola de cristal para saber que habrá escapes y retrocesos en esta transición. Por ello, muestra siempre empatía hacia tu pequeño.
La clave está en no regañarle si se hace pipí en la ropa ya que puede frustarle y crearle una oposición ante este nuevo cambio. Tal y como hemos comentado anteriormente, es imprescindible acompañarle durante los primeros días cada cierto tiempo al baño y recordarle si necesita ir. Pero, pasado esto, él mismo tiene que ser autónomo e identificar cuándo tiene que ir al baño.
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